Después de la ola de electro tango, cuidado con el beachcomber de nueva cumbia… ¡Un tsunami electrónico total que se apoderó de Buenos Aires y está descendiendo sobre el viejo continente! El suelo tiembla al ritmo de estos ritmos telúricos desde hace casi diez años, con la capital argentina como epicentro. Entre los héroes de esta fiebre casi tropical, ¡el verdadero malandro es El Hijo de la Cumbia! Empezó como pionero y ahora es el patrón, el guardián, cuyos lanzamientos son esperados con impaciencia por los cada vez más numerosos aficionados a la nueva cumbia.

Emiliano Gómez empezó a jugar con los teclados a los doce años, en 1996. Desde entonces, mezcla estilos con maestría y realiza remezclas magistrales para numerosos «sonideros» mexicanos y estadounidenses, pero también para Gotan Project y Toy Selekhtah del Sonidero Nacional, e incluso produce al grupo de hip hop MP3. La ambición detrás de los ritmos desgarrados de este chico argentino de los suburbios es unir a los guetos del mundo en su ghetto blaster.

No tiene nada que ver con las tibias producciones británicas, ni con otra pálida imitación del techno estadounidense. El objetivo es inventar una banda sonora electrónica a partir de las tradiciones locales. El resultado es un dinámico brebaje de sonidos urbanos y música tradicional para sacudir tanto las preconcepciones como las pistas de baile. Hay que haber estado empapado en sudor en uno de sus DJ sets para asimilar la medida de su «Freestyle de Ritmos», un título que se explica por sí mismo. Este disco fue publicado en 2010 por ¡Ya Basta!: del hip hop al dance-hall, del dubstep al house, El Hijo se infiltra en los clásicos de la cumbia con breakbeats alucinantes, con una creatividad salvaje pero sofisticada. En una palabra: único.